«No soy mi mente: Por qué mi mente me engaña»

No soy mi mente. La mente a menudo nos engaña. Está muy claro. De hecho, pensamos muchas cosas que realmente no pasan luego, ni son ciertas. Sin embargo, a menudo sufrimos porque la mente nos lleva por derroteros que creemos a pie juntillas.
Nos pasamos el día entero pensando. La mente no para. De repente, uno de los más de 60.000 pensamientos que tenemos a lo largo del día, nos llama la atención porque es más preocupante de la cuenta y comenzamos a darle importancia. Era un pensamiento más, una imagen o un conjunto de palabras que ha pasado por mi cabeza, igual que otro pensamiento absurdo, u otro pensamiento positivo, u otro pensamiento práctico. Uno más. Sin embargo, me apego a ese, porque le doy más credibilidad que a los otros 59.999. Y así, empiezo a generar un discurso interno en torno a ese pensamiento que hace que me obsesione y sufra.
Cuesta darnos cuenta de esta realidad, de que no soy mi mente. Tratar los pensamientos como lo que son, un conjunto de imágenes y palabras que se me pasan por la cabeza, hace que piense lo que piense, pasen y no cambie mi percepción de mi. Hace que me empodere y me dé cuenta de que no tengo por qué hacerles caso.
Si yo pienso que no soy capaz de algo, por ejemplo, puedo hacer caso a este pensamiento y no actuar. Si a pesar de tener este pensamiento, decido actuar, me puedo dar cuenta claramente de que NO SOY MI MENTE. Puedo o no hacerle caso y actuar como mi pensamiento me dice, pero la decisión de hacerlo o no hacerlo es mía, porque NO SOY MI MENTE y esto hace que tenga las riendas de mi vida.

Si tienes problemas con tus pensamientos y a menudo te hacen sufrir, quizá pueda ayudarte.

Alicia Chica García

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